viernes, 26 de septiembre de 2014

Malcolm Young


Malcolm Young (Glasgow, 6 de enero de 1953, Capricornio) parece un verriondo peludo hozando con una guitarra eléctrica. Malcolm Young tiene esa pinta de viejo rockero que se ha metido de todo y cuyo cuerpo aguanta por el pacto con Satanás que todos ellos firman cuando se meten en ese gremio tan distinguido. Tiene nariz de boxeador, boca de orco y cuerpecillo de gnomo puesto de speed. Y aunque efectivamente ese cuerpecillo le sigue aguantando, la mente ya es otra historia.

Malcolm Young ha sido el guitarrista rítmico, el principal compositor y fundador de AC/DC; y padece demencia. Ya en abril la banda anunció su retirada por motivos de salud, pero hoy han confirmado la enfermedad. En esa misma banda milita su hermano pequeño, Angus, el falso colegial que se recorre los escenarios dando saltitos, imitados hasta la saciedad en bodas, bautizos y comuniones marchosas. Por eso, y a pesar de su tamaño y su edad, Angus siempre ha hecho sombra a Malcolm, que aguantaba firme en el escenario, como un ciprés enano y enlutado.

Malcolm empezó a tocar la guitarra porque al grupo de su hermano mayor le iba bastante bien y porque su madre necesitaba calmarlo de alguna forma y aún era demasiado joven para suministrarle drogas. El truco funcionó, y acabó uniéndose al grupo Velvet Underground, que se disolvió unos años después. Entonces Malcolm decidió fundar el suyo invitando a su hermano pequeño, y nació AC/DC.

La fama llegó junto con la pasta, y Malcolm, marcado para siempre por su hermano mayor y su hermano pequeño, hizo honor al rock escogiendo una de las muchas adicciones disponibles: el alcohol. El guitarrista enlazaba curdas y cuerdas con maestría, pero cuando el cantante Bon Scott murió por una intoxicación etílica, reaccionó para no llegar al mismo destino, o al menos para ir por la comarcal en vez de por la autopista.


Malcolm Young ha conseguido su objetivo, y el Satán del rock’n roll tendrá que esperar para hacerse con su cuerpo. Su alma, en cambio, esa que ya no reconoce a nadie, podría estar tocando ya las campanas del Infierno.

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