miércoles, 10 de septiembre de 2014

Ana Botella


Ana María Botella Serrano (Madrid, 23 de julio de 1954, Leo) tiene el pelo rizoso de churrera curranta del Madrid castizo, ese del chotis, el azulejo y el soconusco de la tarde. Posee la frente ancha que se le presupone a las personas inteligentes, nariz un poco hombruna y un asesor de imagen que a veces la confunde con su marido y por eso me la saca a la calle sin pintar.

Ana Botella dijo ayer que no se presentará a alcaldesa en 2015, intuyo que debido a las presiones ejercidas por el medio ambiente, maltratado desde que ella ocupara dicha concejalía en 2007. El medio ambiente no le perdonó que le contaminaran el aire más de la cuenta en la capital, ni que desde el ayuntamiento pretendieran ocultarlo trasladando las estaciones de medición a la periferia. Así que el medio ambiente, que no entiende de moral y sí de daños colaterales, dejó caer un par de ramas sobre dos inocentes madrileños con resultado de muerte. También podría haber sido cosa del karma o la justicia poética, aunque entonces los leños se habrían precipitado sobre la propia alcaldesa con vaya usted a saber qué resultados.

Dicen las últimas encuestas de todos los bandos que a Ana Botella no la quería casi nadie como alcaldesa, por lo que la reforma Popular sobre la designación de alcaldes le iba a salir a Rajoy por la culata en Madrid. Ahora que la vicaria de Gallardón I de Keops se aparta sacrificadamente de la carrera, la reforma tiene vía libre, y encima Rajoy ya no escuchará más chistes sobre la alcaldesa, que daba mucho juego a la oposición, los periodistas, los humoristas, los taberneros, los camareros, los dependientes, los verdes, los rojos y los moraos. Se acabarán las manzanas y las peras para hablar de los homosexuales, que la salud y la contaminación no están relacionadas o que el coffee en la Plaza Mayor es de lo que no hay.

Ana Botella no ha dado la talla como alcaldesa de Madrí, que es mucho Madrí, lleno de coches, de gente y de problemas. Ana Botella pensaría que bastaba con hacer carreteras, parques y carriles bici, que to er mundo e güeno y que la gente se muere en sus casas. La putada fue que Madrid está lleno de baches, que los árboles no se aguantan en pie, que los sistemas informáticos fallan, que las bandas y los mafiosos de la noche hacen dinero a costa de la integridad de otros y que la gente se muere en los vomitorios de un botellódromo.

Madrid es mucho Madrid, chatina, y a ti no te eligió ni dios.

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